martes, 29 de marzo de 2011

Blanca Varela: Diario, según ella

La Residencia de Estudiantes invitó a la poeta peruana en 1997. Antes de la lectura de un poema, intercalaba comentarios o explicaba su origen. Lo siguiente, pertenece al cierre de la lectura.
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Creo que he terminado con esta serie de poemas un poco tremendos, y voy a leerles algo de un libro que fue editado aquí en Madrid por editores peruanos, para que lo sepan, una bonita edición. El libro se editó el año 93, es un libro que muchas gentes, amigos míos, poetas y lectores, pensaron que era un solo libro, que era un solo poema. No es un solo poema, es casi como un pequeño diario que escribí frente al mar, que comenzó en una playa donde yo estaba pasando unos días de reposo, Paracas, y después volví a mi casa de Barranco, que está sobre el mar, el Pacífico, una gran extensión frente a mi casa, y era verano, y seguí escribiendo estos como pequeños insights, como diría un psicoanalista avezado, algo por el estilo. En este libro cambio completamente, todo lo terrible, lo negro que he leído antes se convierte en una cosa...Me imagino que ya es el cansacio de los años, que me hace ponerme un poco más piadosa conmigo misma, de alguna manera. Pero no se los voy a leer todos; es muy pequeñito, pero no; les voy a leer algunos de estos poemas y verán que es completamente otra cosa de lo anterior leído.
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Hundo la mano en la arena y encuentro la vérte-
....bra perdida. La extravío al instante. Sombra de
....márfil, desangrada. Mi padre sonríe. De este lado
....del mar la espuma es oscura. Huele a fiera me dice
....la pequeña amiga. El mar huele a vida y a muer-
....te le respondo. Supongamos que es así.
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La salud aferrada a la roca. Piedra sensible a la luz.
....El cazador carece de manos y de pies. Es ciego y
....desea. Y su deseo es el bosque bajo el agua,
....poblado de sexos en flor o de flores maestras que
....horadan el silencio con sus grandes picos rojos
....y lentos.
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El niño se miró al espejo y vio que era un mons-
....truo. Misterios de la luz. Según el cristal en que
....se mira nacer o morir. Las viejas imágenes se
....oxidan.
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Al pelar un fruto abruma el misterio de la carne.
Los dientes rasgan un continente oscuro, los senti-
....dos descubren la fragilidad de cualquier límite.
Palpar la imagen, escuchar la sangre. Oír su per-
.... fume.
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Eco tras eco desenterrar la infancia. Esperar con
....paciencia que el recuerdo destile en nuestro oído
....su jerga de aguas negras.
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Blanca Varela (1926, Lima, Perú-2009, Lima), de La voz de Blanca Varela, Poesía en la Residencia, 2006.

miércoles, 23 de marzo de 2011

A 35 años del golpe militar en Argentina

24 de marzo, Día Nacional de la Memoria, dos poemas de Paco Urondo
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La arena eterna y movediza
de tu vientre; tu espalda -almohada del amor-, los
desfiladeros, las cumbres de tu cuerpo; las imperfecciones
que enternecen. La voluntad
de ser libres, como cualquier país
subdesarrollado, enceguecido, dispuesto a la guerra. Hetaira
que busca su aire y su placer
compitiendo inútilmente con el brazo de mi privilegio.
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El muslo enjoyado, el montón
de trigo que baja de tu cintura hebrea, los dos
cabritos, la torre
del cuello; sos
hermosa como los racimos, como las manzanas, como el sabor
de tu paladar. A levantarse,
mi amor, a salir a los campos,
a ventilar esta ciudad inseparable y maldita.
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Aspiraba a muy poco. Sólo
quería el sol de tu cuerpo y las desdichas
de este mundo. Pretendía
las alternativas
del tiempo que raspa el alma y la luz
del testigo y del combatiente. Más tarde,
supe que el precio de
todo amor, de toda compañía, de toda liberaración,
de toda esperanza, era la propia vida, que tampoco dispone.
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Liliana Raquel Gelin
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Como un viejo guerrero, tirando
un manojo de luz a la cara
de los sombríos, ha muerto
una chica de veinte años; pudo
ser mi hija. Avilantez
sobrevolaba su vuelo, amarraron
su aire; no es la muchacha
colgada del frágil designio.
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Aquí habrá batalla como en los campos
de Córdoba, rayo del dolor, escalofrío
donde murió valientemente una chica
de veinte años: hijita mía,
palomita tremenda, duérmase
mi niña, duérmase mi sol que ya nadie
la va a molestar. El Cuco será derrotado
y sus hermanitos y padres cuidarán
de su jardín, regirán los reflejos de su pasado.
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Que haya paz en su memoria
por la que vive. Que haya eterna
gratitud por su generosidad eterna.
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Paco Urondo nació en Santa Fe, en 1930, cayó en combate contra la dictadura militar en junio de 1976, Mendoza. De la antología Poemas de Batalla, el primero de Son memorias; el segundo, Poemas Póstumos

lunes, 21 de marzo de 2011

Intervención en Libia: un poema de Alberti


...Lo grito fuerte desde Roma: ¡Afuera!
Afuera esos fusiles y cañones,
esos cohetes, esos aviones,
esa bandera extraña, esa bandera.
...Afuera el que en la paz tan sólo espera
invadir por la paz otras naciones
y planta por la paz sus pabellones
y pide por la paz la tierra entera.
...Triste paz tan traída y tan llevada,
triste paloma tan apuñalada
que se puede morir tan de paloma.
...Pido la única paz, la verdadera,
la paz de un solo rostro, antes que muera.
¡Pido la paz! Lo grito desde Roma.
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Rafael Alberti, Vietnam, 1965

jueves, 17 de marzo de 2011

Saarikoski, poeta finlandés

La vida era vagamente luminosa
El sendero venía del bosque, los faisanes alborotaban
.................. en el crepúsculo
........el campo lucía verde brillante.
Las casas se integraban en el terreno,
......del dorso de la mano
..........se desprendía una cálida fragancia.
Me asaltaban pensamientos
.....que no voy a expresar
..........porque avivarían convicciones absurdas
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Después de la lluvia, el lago se irisa en franjas de colores,
...la pared de la biblioteca me resulta demasiado fría al tacto.
Todos los verdes del verano, los micromilímetros
.................de las frecuencias,
..árboles y cielo,
...¿acaso venimos al mundo para entenderlo?
Antes de acostarme pensé un momento en Nikolai Buharin,
...en las piedras
......en el fondo del lago, en el pequeño estirado
...sobre el césped del patio
......y en las fresas en flor
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Aquí sentado, todo vuela con un soplo de viento.
La fila india de hormigas desaparece bajo las hojas de pino.
Ayer estaba echado en la cama y miraba
...un paquete de azúcar abierto.
......¿Qué ha sido de eso?
..........Afuera todo sigue en calma.
Incluso en la amapola hay bichitos;
...su savia transparente no tiene olor.
Pienso en el devenir año tras año, pero no sé si podré
....vivir de este modo.
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Pensaba,
...mis pensamientos me complacían.
Caminaba por el bosque y de los árboles
...caían gotas sobre mi rostro
.......iba no importa donde
y sabía que estaba siempre allá donde era necesario.
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Te llamo por la tarde desde este mundo helado
donde espero
la llegada de un verano demasiado corto.
La nieve sobre los tejados está ya gris.
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En vigilia, cada noche, te espero.
Te otorgan un visado de primavera a otoño.
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Dejas caer tus cabellos sobre mis hombros
para que yo no tenga frío.
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Habíamos aprendido de los pájaros
que la libertad no existe.
Y sin embargo intentábamos
alcanzar el viento.



Pentti Saarikoski
(1937, Impilahti, Finlandia- 1983, Joensuu). Traducción: Juana Ruiz y Jarkko Sirén. Los cuatro primeros de Voy por donde voy, 1965. El quinto, Que dure para siempre, 1968. El último, Tiempo de felicidad, 1971.

sábado, 12 de marzo de 2011

Ferreira Gullar, sobre Poema Sucio

Cómo nació Poema Sucio
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Texto escrito por el poeta Ferreira Gullar, en 1992, sobre su libro Poema Sucio (1976). Publicado en La Revista Poesia Sempre, dirigida por el poeta Affonso Romano de Sant'Anna, julio de 1993, Río de Janeiro.

...Poema Sucio
no es una nueva canción del exilio aunque no estaría escrito si no hubiese vivido la experiencia del exilio. Es verdad que, varios años antes, había sentido la necesidad de escribir sobre el universo de mi infancia y adolescencia en Sâo Luís do Maranhâo, intenté hacerlo en forma de novela. Las tentativas no llegaron a la página cien. Fue entonces que, en mayo de 1975, en Buenos Aires, el deseo de revivir aquel universo volvió con mucha fuerza y otro propósito: hacerlo como poema.
...Para esa época, ya había vivido en Moscú, Santiago de Chile, y Lima. Estaba desgastado emocionalmente y conmovido ideológicamente, después de la experiencia traumatizante que fue el derrocamiento y la muerte de Allende, el terror implantado en Chile, el reencuentro doloroso con mi familia en Lima y finalmente la situación tensa en Buenos Aires. Estábamos a menos de un año del golpe militar que destituiría a Isabelita, pocos sospechaban lo que iba a suceder y del genocidio que se desataría. Mi pasaporte estaba vencido y sabía que nuestras embajadas se negaban a renovar u otorgar pasaportes a brasileros exiliados, aunque tuviesen, apenas, meses de edad. Me sentía acorralado y, temía, cerca del fin ¿No sería hora de decir todo lo que aún tenía por decir?
...Así es que cierto día, volví de la calle con la confusa decisión de volcar todo hacia fuera. Pero ¿cómo?. Se me ocurrió usar un método parecido al que adopté para hacer el poema El hormiguero: crear un núcleo inicial del cual nacería el poema. En el caso de El hormiguero (1), ese núcleo lo había creado racionalmente; esta vez, imaginaba, debería crearlo irracionalmente: primero vomitaría todo lo vivido en la página en blanco y, de ese vómito, de ese magma, extraería el poema. Dormí mal pensando en eso. Quería esperar el amanecer para entregarme a esa tarea definitiva e inapelable, no sé por qué.
...Después de preparar y tomar el desayuno, solo, en mi departamento de la Avenida Pueyrredón, me senté delante de la máquina de escribir (una Lettera 22, de teclado español, comprada en Santiago, en un local de máquinas usadas) y me preparé para vomitar el pasado…No lo conseguí. El lenguaje no tenía garganta para meter el dedo y provocar el vómito. Por un instante, me sentí derrotado: el tal poema donde yo diría todo no era posible, no se escribiría. Aunque, decidido a hacerlo, no me levanté de allí. Tenía que descubrir otro modo de penetrar en el magma de lo vivido. Al contrario de otros poemas que había escrito, no podía ser por la vía lógica o metódica, éste no era sobre determinado tema, determinada cosa o hecho: era sobre todo, sobre la vida –la pasada, la presente, la futura-. Tendría que saltar en medio de él como si me tirase en pleno océano, en vez de salir, nadando, por la playa. Entonces, me ocurrió que reculé, para lanzarme antes del comienzo, antes de mi nacimiento, antes de cualquier hecho, antes de cualquier palabra.
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turbio
turbio

enturbia

mano del soplo

contra el muro
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...Esas primeras palabras del poema, como las que siguen inmediatamente, importan menos por lo que dicen que por lo que desdicen: son una especie de pre-discurso, transición entre el silencio y la palabra, más ruido que habla.
...Vencido el abismo entre la nada y el poema (o entre el todo y el poema), fui arrastrado por una especie de caudal, todo lo vivido resurgía con la fuerza del presente, como si lo viviese de nuevo, de modo que las fronteras del tiempo y del espacio, del hoy y del ayer, del allá y del acá, se fundían. Aquella primera mañana escribí cinco páginas del poema, ya sabía que se titularía Poema Sucio y que tendría de setenta a cien páginas. Aquel mismo día, escribí eso, en una carta a Leandro Konder, exiliado en Bonn.
...Durante cinco meses me entregué casi integralmente al poema. Hacía mi comida, las necesidades cotidianas, y volvía a él, a veces no para escribir, sino para releerlo y zambullirme de nuevo en ese universo en formación. No había palabra, cosa, hecho que no entrase en él. En tal estado, todo se transformaba en poesía. Me sentía una especie de rey Midas. Salía a la calle, daba vueltas por el barrio, imaginando las nuevas estrofas. Cuando sentía que estaban maduras, volvía para la máquina. Eso, si no me equivoco, duró hasta septiembre cuando el ímpetu cesó, de golpe. Comprendí que el poema llegaba al fin pero no estaba terminado. Faltaba alguna cosa, no sabía qué era. Hasta que un mes después, sin que lo buscase, apareció en mi cabeza, el cierre, que comienza así:
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el hombre está en la ciudad
como una cosa está en otra
y la ciudad está en el hombre
que está en otra ciudad


(1) Ferreira Gullar crea el método de El hormiguero para unos fragmentos que presenta en la Exposición Nacional de Arte Concreta, Sâo Paulo, 1956. El núcleo surge de la palabra Hormiga, y su juego visual. Poco después, se separa de los Concretistas, se olvida del poema, y sólo lo publica, con otra forma, en 1991. Nota: Agustina R.
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Ferreira Gullar (su nombre, José Ribamar Ferreira, nace en 1930, Sâo Luís do Maranhâo. Vive en Río de Janeiro). Traducción: Agustina Roca. Entre otros, publicó: La lucha corporal, 1954. Poemas, 1958. Poema Sucio, 1976. Toda Poesía, 1980. El hormiguero, 1991.

martes, 8 de marzo de 2011

Clarice Lispector y Ferreira Gullar

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Es allí a donde voy
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Texto de Clarice Lispector
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..Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy.
..La punta del lápiz el trazo.
..Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espada la magia: es allí a donde voy.
..En la punta del pie el salto.
..Parece la historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy.
..¿O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy.
..En la punta de la palabra está la palabra. Quiero usar la palabra tertulia, y no sé dónde ni cuándo. Al lado de la tertulia está la familia. Al lado de la familia estoy yo. Al lado de mí estoy yo. Es hacia mí adonde voy. Mientras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, todo es real. Y el alma libre busca un canto para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé de qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien dirá con amor mi nombre.
..Es hacia mi pobre nombre adonde voy.
..Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes. Pero son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa.
..En la extremidad de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta. Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo.
..Yo al lado del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto.
..Oh, cachorro, ¿dónde está tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente.
..¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros.

de Silencio. Traducción: Cristina Peri Rossi

jueves, 3 de marzo de 2011

Marggi, exposición: Al otro lado

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Exposición de Arte digital
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Inauguración: Viernes 4 marzo. 20 hs
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Duración: Del 5 al 28 de marzo
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Lugar: El Foro de Pozuelo
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Avenida de San Juan XXIII, 2
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Pozuelo de Alarcón .
Autobús desde Moncloa, 658. Tren de Cercanías Renfe
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Paloma Marggi (1956, Madrid). Escultura. Instalación. Arte digital. ¿Origen de esta exposición?. Un viaje en tren de cercanías, pasajeros, gestos, actitudes, el cristal reflejando. Una fábrica antigua, de ladrillos rojos. La luz. Todo, copulando, jugando, entremezclándose. www.marggi.net