lunes, 27 de diciembre de 2010

Pan, paz y sueños para el 2011


Que tengan unas buenas fiestas, amigos, y un 2011 con proyectos y plenitud. Suspenderé, durante unos días, las entradas. Un abrazo, para cada uno, y nos reencontraremos alrededor del 7 de enero. Los dejo, mientras tanto, en la compañía y las voces, en el video que sigue, de esos seres extraordinarios, dialogando, entre ellos, y con Violeta Parra. Salud!!.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Parra: Sosa, Chico, Milton, Gal y Caetano

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Volver a los 17, de Violeta Parra. Show realizado por Chico Buarque y Caetano Veloso en la Rede Globo, Brasil, 1986. Invitan a Mercedes Sosa, Gal Costa y Milton Nascimento (lamento un ruidito extraño, molesto, pero es la más nítida de las grabaciones que encontré).

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Revista del poeta valenciano Joan Navarro

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Salió la revista digital nº 48 de la SérieAlfa. art i literatura, del poeta y filósofo, de lengua catalana, Joan Navarro (Valencia,1951). Revista cuatrimestral, dedicada a poetas y poéticas de diversos países, con traducciones al español, entre otras lenguas. En este número invernal, La càmera de l'ull: L'ull de l'escriptura (La cámara del ojo: El ojo de la escritura), presenta textos de Gemma Gorga i López (1968, Barcelona), Lígia Dabul (1959, Brasil), Margo Ohayon (Touraine), Edda Armas (1955, Caracas), Teresa del Valle Salinas (1952, La Rioja, Argentina) y Fina Cardona (Valencia).
Tiene otras dos secciones: Llibre del Tigre, donde aloja, por abecedario, autores que incluyan la palabra Tigre en sus poemas; y Vària, con textos y diseños.

Su dirección:

http://seriealfa.com
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lunes, 20 de diciembre de 2010

Un poema de Anne Carson

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XIX. UNA CONVERSACIÓN ENTRE IGUALES, NADA MÁS DIFÍCIL
DE LOGRAR EN ESTE MUNDO ESTANDO COMO ESTAMOS
...EN HABEAS CORPUS (DICE KEATS) AJENOS A
.....TODO ASOMBRO, CURIOSIDAD Y MIEDO.
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Cobarde.
Ya sé.
Traidor.
Sí.
Oprtunista.
Ya veo por qué lo piensas.
Esclavo.
Sigue.
Criatura infiel lasciva.
De acuerdo.
Mentiroso.
Qué puedo decir.
Mentiroso.
Pero.
Mentiroso.
Pero por favor.
Destructor mentiroso sádico falso.
Por favor.
Por favor qué.
Sálvame.
A quién más se lo has dicho.
A nadie.
A nadie dice.
Ten valor.
Imbécil.
Oh amor mío.
Calla.
Escúchame solo quería merecerte.
Estás loco.
No sí no importa.
Vives una vida simulada.
Sí sí pero es por ti.
Por mí.
Son mis trofeos mis campañas mis honores los pongo a tus pies.
........................................................................................
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Las mujeres.
Sí.
La mentira.
Sí.
La vergüenza.
No no hay vergüenza.
La vergüenza que yo siento.
Sólo hay vergüenza en la retirada.
Ah.
Y yo nunca me retiro.
Supongo que no.
Sé mi aliada.
De qué estamos hablando ahora.
Si no quieres seguir adelante con esto pararé.
No pares.
Lo he dicho todo antes.
Qué nos está pasando.
Las incertidumbres de la guerra.
Por qué estamos en guerra.
Porque no quiero renunciar.
Tus sueños son un caos.
Son mi obra maestra.
Entonces que Dios nos ayude.
Dios no tiene sitio en la guerra y su locura bueno hay que perseverar
en esa locura que el mundo tarde o temprano llamará éxito.
No, no va a arreglarse ni a tener sentido ni a salir a la luz en
...cierto modo este amasijo de desorden y dolor es nuestra vida.
Sí.
Eso que tú llamas tu libertad.
Eso que llamamos nuestro amor.
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Anne Carson (1950, Toronto), Poeta. Ensayista. Profesora en La universidad de Míchigan. Poema de La belleza del marido: un ensayo narrativo en 29 tangos, Lumen, 2003. Traducción: Ana Becciu. Hombres en sus horas libres, Pre-textos, 2007

sábado, 18 de diciembre de 2010

Levertov: mirada, imaginación, oficio

Vestigio
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Mi amistad con de uno a dos, o tres, sí tres
hombres por los que sentí
una vez un deseo desenfrenado, hiriente,
aún conserva, tras tantas transformaciones,
restos de aquella fragancia,
como en un cofre donde cierta vez
se guardaron las hojas de una hierba exótica,
hierba de propiedades variadas, curativas y peligrosas,
pero ya muy mustia.
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Dádiva
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Justo cuando piensas que no eres
más que un frágil entramado de
preguntas, te depositan
las preguntas de otros
en tus manos vacías,
huevos de cantor que aún pueden
romper si les das calor,
mariposas que se abren y cierran
en el cuenco de tus manos; confían que no dañes
su polvillo, su pelusa centelleante.
Los otros te dan sus preguntas
como si fueran respuestas
a todas tus dudas. Sí, quizás
en sus dádivas esté la respuesta.
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Justa advertencia
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Lluvia entre tinieblas. El búho,
terror de los que son su presa,
merodea hambriento.
Lúgubre, suave y solemne, hace notar,
una y otra vez su presencia;
su llamada una cascada de fúnebres notas,
su tono casi de paloma.
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Denise Levertov (1923, Essex, Inglaterra -1997, Maine, Estados Unidos), de su último libro, Arenas del Pozo. Traducción: José Manuel Rodríguez Herrera. Publicó más de veinte libros de poesía, entre ellos: Aquí y ahora, 1957. La danza de la tristeza, 1967. Arenas del pozo, 1994-96. El gran vuelco de su poesía se produce cuando llega a Estados Unidos, en 1948, época de gran efervescencia poética, con William Carlos Williams a la cabeza. Defensora de los derechos humanos, tuvo una activa participación en contra de la guerra de Vietnam.
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martes, 14 de diciembre de 2010

Morente: tu voz, para siempre, Maestro!

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Enrique Morente (1943, Albaicín, Granada -2010, Madrid), documental junto a Tomatito, Morente sueña la Alhambra. Este innovador, este hombre que revolucionó el flamenco, sus vísceras, sus formas, sus letras y su música, este hombre, capaz de combinar la raíz del flamenco con el jazz, el rock, el tango, la música cubana, la nigeriana, entre otras. Para ejemplos, sólo mencionar su disco Omega, con letras de Poeta en Nueva York, de Lorca, música de Leonard Cohen y el grupo rockero Lagartija Nick. Otro ejemplo de fusiones, en Morente sueña La Alhambra, María Zambrano dialoga, entre otros, con Pat Metheny. Este hombre, amigo de los poetas, que cantó a Hernández, a García Lorca, a Alberti, a Machado, a Lope de Vega, a San Juan de la Cruz, y a tantos otros. Con su muerte, ayer, con la ida de este Maestro/niño, su familia, el flamenco, Granada, La Alhambra, y todos, todos los que lo respetamos, estaremos un poquitín más solos. Nos quedará su voz. Para siempre. Siempre. Gracias Maestro, Gracias!!.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Los aullidos de Allen Ginsberg

Un supermercado en California
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..Qué ideas tengo de ti esta noche, Walt Whitman, porque
caminé por las calles laterales bajo los árboles con un dolor
de cabeza consciente de mí mismo mirando la luna llena.
..En mi fatiga hambrienta, y comprando imágenes, entré
al supermercado de frutas de neón, ¡soñando con tus enumeraciones!
..Qué duraznos y qué penumbras! ¡Familias enteras
comprando por la noche! ¡Pasillos llenos de maridos!
¡Esposas en las paltas, bebés en los tomates! y tú,
García Lorca, ¿qué estabas haciendo junto a las sandías?.
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..Te vi, Walt Whitman, sin hijos, viejo mendigo solitario,
husmeando entre las carnes en el refrigerador y echando el ojo
a los muchachos del supermercado.
..Te oí preguntando a todos: ¿Quién mató a las chuletas de
cerdo? ¿Cuánto valen los plátanos? ¿Eres tú mi ángel?
..Anduve dentro y fuera de los brillantes montones de latas
siguiéndote, y seguido en mi imaginación por el detective del negocio.
..Caminamos juntos a grandes pasos por los abiertos corredores
en nuestra solitaria fantasía probando alcachofas, poseyendo
todas las delicias congeladas, y nunca pasando por la caja.
..¿Dónde vamos, Walt Whitman? Las puertas se cierran en
una hora. ¿En qué dirección apunta tu barba esta noche?
..(Toco tu libro y sueño con nuestra odisea en el supermercado
y me siento absurdo)
..¿Caminaremos toda la noche a través de calles solitarias?
Los árboles añaden sombra a la sombra, luces apagadas en las
casas, los dos estaremos solitarios.
..¿Pasearemos soñando con la América perdida del amor más
allá de los automóviles azules estacionados, hacia nuestra
cabaña silenciosa?
..Ah, querido padre, barbagrís, viejo solitario profesor del
coraje, ¿qué América tuviste cuando Caronte dejó de empujar
su barca y bajaste en una humeante ribera y viste el bote
desaparecer sobre las negras aguas del Leteo?
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Allen Ginsberg (1926, Paterson, New Jersey - 1997, New York), de Aullido. Traducción: Rodrigo Olavarria. Algunos de sus libros: Aullido, 1956. Kaddish y otros poemas, 1961. Sandwiches de realidad, 1963. Las cartas de la ayahuasca, junto a Burroughs, 1963. Noticias del Planeta, 1968. Sudario blanco, 1987.

Baez, su voz, protestas mundiales de los 60

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Joan Baez (1941, State Island, New York). We shall overcame (Venceremos). Un gospel, convertido en folk, se convierte, en la década del 60, en la canción de protesta por los Derechos Humanos, la guerra de Vietnam, y las dictaduras. Joan Baez, el rostro, la voz mítica de esta canción.
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miércoles, 8 de diciembre de 2010

Blanca Varela: alas, fuego, música

Secreto de familia
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soñé con un perro
con un perro desollado
cantaba su cuerpo su cuerpo rojo silbaba
pregunté al otro
al que apaga la luz al carnicero
qué ha sucedido
por qué estamos a oscuras
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es un sueño estás sola
no hay otro
la luz no existe
tú eres el perro tú eres la flor que ladra
afila dulcemente tu lengua
tu dulce negra lengua de cuatro patas
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la piel del hombre se quema con el sueño
arde desaparece la piel humana
sólo la roja pulpa del can es limpia
la verdadera luz habita su legaña
tú eres el perro
tú eres el desollado can de cada noche
sueña contigo mismo y basta
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Escena final
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he dejado la puerta entreabierta
soy un animal que no se resigna a morir
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la eternidad es la oscura bisagra que cede
un pequeño ruido en la noche de la carne
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soy la isla que avanza sostenida por la muerte
o una ciudad ferozmente cercada por la vida
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o tal vez no soy nada
sólo el insomnio
y la brillante indiferencia de los astros
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desierto destino
inexorable el sol de los vivos se levanta
reconozco esa puerta
no hay otra
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hielo primaveral
y una espina de sangre
en el ojo de la rosa
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Blanca Varela (1926, Lima, Perú - 2009, Lima), de Valses y otras falsas confesiones y Ejercicios materiales. Poeta. Libros editados, entre otros: Ese puerto existe, 1959. Luz de día, 1963. Valses y otras falsas confesiones, 1971. Ejercicios materiales, 1978. Como Dios en la nada, antología, 1999. Donde todo termina abre las alas, poesía reunida, 2001.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Guimarâes Rosa, relatos del Brasil profundo

Contraperiplo
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¿Y usted quiere llevarme, distante, a las ciudades?. Despacio. Todo para mi, es viaje de vuelta. Y no en cualquier oficio ¿eh?. El que tuve yo hasta hoy, que me gusta y del que algo entiendo, es el de guía de ciegos: esfuerzo destino que me place.
¿Y me dejarán ir? Desde que mi ciego don Tomé pasó, me maltratan, golpean, murmuran desconfiados. Tierra de injusticias.
Aquí paramos, meses, a causa de mujer, por cuenta del fallecido. Detengan, entonces, a la mujer, aprétenla, al marido rufián, que expliquen ellos, claramente, lo que no llegó a ocurrir. Terrible, la mujer. ¡Comisario, contenga, si puede, el alma de mi señor Tomé ciego! Se amancebaba oculto con la mujer, Ña Justa, ¿alguién lo supo? Yo preveía y gobernaba. Lo que no me cabe es cómo rodó barranca abajo, cómo fue a rendir el alma. Decidir yo no decido; divulgo, apenas: que las cosas comienzan de veras por detrás de lo que ocurre, en contracurso; cuando el remate sucede, ya están desaparecidas. Suspiros. Declaro, ahora, defino apenas. Usted nada me preguntó. Yo sólo respondo a lo que no me preguntan.
Las mujeres locas por él, que era un Jesús, con su barba. Pero, él, primero, me preguntaba: -¿Es linda?. Le informaba que sí, siempre. Para mí cada mujer vive hermosa: las rojas, las pardas, las blancas, en los caminos. ¿Gustaban de él, ciego completo, porque de ellas no podía descubrir formas ni facciones?. Don Tomé se encrestaba, lavaba con jabón su cuerpo, mendigaba ropas. Yo bebía.
Deambulábamos, sitio tras sitio, sin prevenir que ya estábamos en rumbo hacia aquí. Traigo culpas sepultadas. Uno en la calle, arrastrando ciegos, suele afligirse como el que avanza, al revés de todos, contra corriente.
No era así con mi patrón. Yo dirigía él me secundaba, tomado cada uno a una punta del bastón labrado en plomo. ¿Beberé para imponerme amores de otros?. Me renegaban diciendo que no andaba ya en edad de guía de ciegos, vieja la mano, maltrecho, y además, cabezón y jorobado. El pueblo sabe las faltas. ¿Y no ha de ser que yo, para no ver, vengo a evocar lo ajeno?. Bebo. Tomo hasta apagarme, veo otras cosas. El sabía esperarme, cuando yo, borracho, terminaba en el suelo. Me aconsejaba. Súplica de ciego: que vea más de lo que ve quien pueda.
Me envidiaba: no veía que yo era defectuoso, feazo. ¡Odio era lo que sentía porque sólo yo veía enteras las mujeres que de él gustaban!. Conducir ciegos ¿es como arrastrar al condenado, al de ningún poder, al que, sin embargo, adivina más que nosotros?. El harapiento sólo puede reírse del andrajoso. Sentía ganas suaves de montarlo, sin freno, sin espuela...
Y acá estamos, así es. La mujer miró al ciego, con modos de quien entrega, con fuerza toda guardada. Esa era la distinta, la muy fulana: fea, fea a pesar de los poderes de dios. Pero quería, era fatal. Se arrodilló para pedirme, deseaba que yo, a mi señor ciego, mintiese. Procedí: -Esta es hermosa, la más, le dije, di seguridades. El ciego acarició su barba, paseó su mano por los brazos de ella, el gesto osado. Suspiró, ardiendo como ojo de brasa. No tuve remordimiento. Jadearon los dos, lloraron, enternecidos, airosos.
Se encontraban, cada noche, después que yo, con lo mejor, con lo oportuno, ambientaba y luego, a la distancia, me quedaba vigilando. La desedeñaba el marido, seco el hombre, extravagante, no asomaba jamás por su casa. ¿Alguien sospechó?. Nadie como un ciego para esconder logros. ¿Y quién vigila como yo?. Ella me daba aguardiente, comida. También él me complacía. Ponía la feria en mis manos. Me cuidaban. ¿Qué podía durar de ese modo, en tan colmada estima?.
No se aquieta la vida. Hasta que el ciego se despeñó en lo oscuro del barranco, en lo mortal. Había que verlo venirse en delicias. La mujer perseveraba -que maullara a perros, que ladrase a gatos. ¿Qué tengo que ver yo en el asunto?. Todos se empecinan en llamarme ladrón. ¿Acaso no era ciego el que murió?.
Los dos necesitándome, en las pausas. La mujer, loca, instándome a que a él le reprodujese sus presumidas bellezas. Don Tomé, de esas nuestras no contrariadas charlas a solas, extraía celo, porfías, enojos. Pero yo le informaba falsamente leal: que los ojos de ella despedían fulgores, que el resplandor de sus dientes, aquellas chispas, el sumo color de las mejillas. Don Tomé, frotando barbas, sorbía también el deleite de describirme lo que el amor le daba. Su pasión no decaía. ¿Sólo es posible no ver siendo ciego?. El marido, inmoral, bebía conmigo, quería mi complicidad, apoderarse del dinero de la bolsa...Yo, borracho y frágil, diminuto ¿debo enmendar ceguera y locura de todos?.
Yo si me dejaran, debelaba y concertaba. Pero no hay quien espere a la esperanza. Todos siguen, a tontas y a locas, hasta hacerse estallar. Entiéndame. Aquí, donde él halló el desastre, otros especulan, me afrentan y, desde el final al principio, me encuentro sin río ni puente.
Día que dio en mala noche. El se extravió, bordeando el precipicio; y en lo muy oscuro, cayendo, fue a morir. ¿No habría sido puro azar, racha negra?. Cosa de solitario desafiar, celoso, buey bufando, y ay, resbaló, roto, ensangretado, terrible, de la tierra.
¿O el marido, ardiendo por matar y robar, empujó al otro, hoyo abajo?. Es de noches alunadas cuando más son los peligros para el ciego...
Y Don Tomé, hasta el final, desvariaba: ¡Decía que estaba volviendo a ver!. Delirios de pasión, desmesuras del deseo, querer cueste lo que cueste, avistar a las mujer -sus trazos- aquella hermosura que, nosotros tres, desfeando, tanto hubimos inventado. Entreviendo que ella era de real mala figura , ¿no pudo él, desilucionado de dolor, haber llegado al suicidio, despeñarse?. No hay peor ciego que el que quiere ver...Dio en la muerte.
¿O que ella, viendo que él habría de ver, haya querido, ante todo, destrozar lo asombroso, empujándolo cuesta abajo, al visionario?. Carácter de mujer es cáscara y carozo. Ella, hacia lo último, ya se estremecía, de pavores de amor, siempre que él, palpador, con fuertes ansias, manoseaba su cara, la que él oyó decir, dedeando. Así debió ser...
Si en el momento yo estaba embriagado, borracho, cuando él se despeñó. ¿Qué puedo saber?. ¡No me entiendan!. Dios ve. Dios aturde y mata. Lo que cabe aguardar son sólo restos de vida.
Dice la mujer que me acusará del crimen, sin pena, si no me atrevo con ella...El marido, terrible, gemidor, dice que fui yo el denunciante...Feroces, los otros, amenazan, me injurian...Usted no dice nada. Tengo y no tengo. ¡Préndanme! ¡Lárguenme!. La mujer ya anda casi preñada. Me llamo Prudenciano. Ahora el ciego ya no ve más...¿La culpa será siempre del lazarillo?.
Sólo he de recomenzar si hay otras cosas por proseguir. ¿O es que Dios no es mundial?. Temo que sea yo el terrible.
Y usted, amistoso ¿todavía quiere llevarme a sus ciudades?. Decido. Pregunto por dónde ando. Acepto, sabiendo, en este lento ir hacia lejos. Volver hacia el final de la ida. Repienso, no pienso. Me escucho maldecir a mi fallecido cuando las nostalgias se me dan. Ciudad grande, allá el pueblo es infinito.
Voy, como guía de ciegos, siervo de dueño ciego, iluminante, usual en lo inusual, con usted, don Desconocido.
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Joâo Guimarâes Rosa (1908, Cordisburgo, Minas Gerais -1967, Río de Janeiro). Narrador. Uno de los grandes de las letras latinoamericanas. Traducción: Santiago Kovadloff, de Menudencia. Libros: Sagarana, 1946. Cuerpo de Baile, 1956, luego se divide en dos volúmenes: Noches del sertâo y Urubuquaquá, 1956. Gran Sertón: Veredas, 1956. Primeras historias, 1962. Estas historias, 1969. Menudencia, 1968.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dos poetas catalanes










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Puzzle

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Deshago lo que hiciste, la tarima de piedra, la casa de madera,
el porche y el tejado, chimeneas. Los pedazos, a veces
se enganchan un poquito, como si quisieran permanecer en la coherencia
que les hizo encontrar el momento de estar donde estaban.
Como en protesta por el despropósito de volver a mezclarse.
(Y sin embargo, sólo este caos los hace existir). Era
un paisaje de otoño, y una tarea difícil montar las copas de las hayas.
(Ahora quizá podría beber un trago de aquella arena blanca y
tragarme el ahogo que he querido alejar toda la tarde).
Te pareció barato o puede que muy caro, decir que me querías, y
pasaban las horas poniendo cada pieza, pensando cada límite,
buscando la hermandad de los tonos de tierra. "El cielo
para el final, porque es lo más difícil" (Precisamente los azules
los había escogido yo, cuando empezamos).
No pude hacer el cielo, ni tú acabaste nunca el huerto de calabazas.
Y así es como ha quedado. Total, también lo hubiéramos deshecho.
Las vacaciones se acaban, la vida, las barandas, los sueños de cartón
que otros soñaron por nosotros. Caen con desapego las piezas
en la caja, tal si fueran las noches con fiebre de los niños.
La foto de la familia que hacíamos cada año, en aquel mismo banco, que
habíamos de hacernos. ¿Qué te sabe peor? ¿Que el maestro
señale de rojo la suma que está errada, o que no la haya visto?
Siempre que alguien murió yo estaba de viaje.

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Anna Aguilar Amat
(Barcelona, 1962). Transit entre dos vols, 2001. Musica i escorbut, 2002. Petrolier, 2003.
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Estambul
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No sabía que un día
te compararía a esta ciudad.
Tampoco que vendría solo a visitarla
ni que te escribiría esta carta
para decirte
que cuando hace frío en un país de calor,
pienso en ti.
..................Que cuando en el bazar
venden fruta que no es de temporada,
pienso en mí.
..................Que cuando alguien paga más de la cuenta
y lo engañan porque no sabe el vuelto,
pienso en nosotros.
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Café Laie
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El invierno son las palabras que me dices
sin ninguna hoja. Y el frío de no saber
qué contestarte. Es una espita abierta que no mana,
el silencio. Un sol tibio ilumina el fondo
de las tazas ya bebidas.
.....................................Y vendrá el adiós
como el fuego que duerme en la cabeza de un fósforo.

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Manuel Forcano
(1968, Barcelona). Libros editados: D'un record a l'altre, 1993. De nit, 1999. Corint, 2000. Com un persa, 2001. El tren de Bagdad, 2004. Lei d'estrangeria, 2008.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Michaux, dos textos

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.. En un exiguo prado pastan una vaca y un caballo. El alimento es el mismo, el lugar es el mismo, el dueño del que dependen es el mismo y el muchacho que los hará volver es el mismo. No obstante, la vaca y el caballo no están "juntos". Una saca pasto por un lado, el otro por otro lado, sin mirarse, desplazándose lentamente, nunca muy cerca y si eso ocurre, parecen no advertirse.
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.. Ningún intercambio -no se interesan el uno en el otro- aunque tampoco agresión, ni disputa, ni humor.
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El pájaro que se pierde
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..Aquel está en el día en que aparece, en el día más blanco.
Pájaro.
..Aletea, se vuela. Aletea, se pierde.
..Aletea, reaparece.
..Se posa. Y después no está más. Con un batir de alas se ha
perdido en el espacio blanco.
..Así es mi pájaro familiar, el pájaro que acude a poblar el
cielo de mi pequeño patio. ¿Poblar? Ya se advierte cómo...
..Pero me quedo en el lugar, contemplándolo, fascinado por
su aparición, fascinado por su desaparición.

Henri Michaux (1899, Namur, Bélgica- 1984, París), de Postes angulares y de La vida en los pliegues. Algunos de sus libros: La noche agitada, 1935. La vida en los pliegues, 1949. Pasajes, 1950. Frente a los cerrojos, 1954. Cuando caen los techos, 1973. Y los textos, productos de sus viajes, reales o imaginarios, entre ellos: Un bárbaro en Asia, 1933. Ecuador, 1929.

Michaux en el Círculo de Bellas Artes

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viernes, 26 de noviembre de 2010

Brasil: tres poetas modernistas

Ana Malfatti. Tropical, 1916

El Modernismo se inicia en Brasil, en La Semana de Arte Moderno, Sâo Paulo, 1922. Este movimiento, literario y artístico, se lanza a la búsqueda de una identidad nacional. En 1928 surge el Manifiesto antropofágico, de Oswald de Andrade. Expresión que se inspira en la metáfora del indio canibal, ese que deglute a su adversario para apropiarse de sus virtudes y para liberarse ritualmente de él. En el terreno literario, se lanzan al verso libre, al lenguaje cotidiano y al humor, lo tamizan con sus mitos indígenas, africanos, sertorneros, y no vacilan en apropiarse de las técnicas literarias de las vanguardias europeas anteriores a la Primera Guerra Mundial. Tupi* or not tupi, that is the question, dice uno de los puntos del Manifiesto.
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*Tupi: Tribu indígena, en este caso se refiere a la del Amazonas, existen también en otros lugares de Latinoamérica.

A continuación, en las entradas siguientes, los poetas seleccionados.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

I. Manuel Bandeira

Manzana
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Por un lado te veo como un seno marchito
Por otro como un vientre de cuyo ombligo aún cuelga el
.............cordón placentario
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Eres roja como el amor divino
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Dentro de ti en pequeñas pepitas
Palpita la vida prodigiosa
Infinitamente
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Y quedas tan simple
Al lado de un cuchillo
en un pobre cuarto de hotel.
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El cactus
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Aquel cactus recordaba los desesperados gestos
.......
de la escultura:
Lacoonte acorralado por las serpientes,
Hugolino y los hijos hambrientos.
Evocaba también el seco nordeste, palmeras,

.......
suelo árido...
Era enorme, aun para esta tierra de grandezas
.......
excepcionales.
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Un día, un huracán furibundo lo arrancó de cuajo.
El cactus cayó en mitad de la calle,
Rompió los cercas de las casas,
Impidió el tránsito de tranvías, automóviles,

.......
carros,
Arrancó los cables eléctricos y durante
.......
veinticuatro horas privó a la ciudad de
.......
iluminación y energía:
Era bello, áspero, intratable.
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El último poema
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Yo querría así mi último poema
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Que fuese tierno al decir las cosas más simples y menos
...............intencionadas
Que fuese ardiente como un sollozo sin lágrimas
Que tuviese la belleza de las flores sin perfume
La pureza de la llama en que se consumen los diamantes
..........más límpidos
La pasión de los suicidas que se matan sin explicación.
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Manuel Bandeira (1886, Recife, Brasil -1968, Río de Janeiro) de Libertinaje y Lira de los Cincuent'años. Poeta. Traducción: Estela dos Santos. Santiago Kovadloff. Libros publicados, entre otros: Carnaval, 1919. El ritmo disoluto, 1924. Libertinaje, 1930. Estrella de la noche, 1936. Poemas elegidos, 1937.

martes, 23 de noviembre de 2010

II. Cecilia Meireles

Retrato
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Yo no tenía este rostro de hoy,
tan calmo, tan triste, tan delgado,
ni estos ojos tan vacíos,
ni el labio amargo.
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Yo no tenía estas manos sin fuerza,
tan quietas y frías y muertas;
yo no tenía este corazón
que ni se muestra.
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Yo no advertí este cambio,
tan simple, tan cierto, tan fácil:
¿En qué espejo se perdió
mi rostro?
.
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Turismo
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-¡Llévese el dulce de sidra! -decía.
Y era pálida y suave,
su boca de nata.
Y su vestido de lino alvo.
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Miraba con ojos de agua y ópalo.
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Y envolvía los dulces en papel blanco,
lentamente, sin ruido.
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Nunca vi nada igual:
toda la lechería era cándida:
esmalte, mármol, porcelana.
Y sus brazos formaban ríos de leche,
y las uñas, como guijarros pequeños,
jugaban con el hilo, culebrilla de marfil.
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Alzó el rostro como una camelia.
Y sonrió, con una tenue espuma
en los dientes de cristal.
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Yo la pensaba abstracta,
diluyéndose en naranjo florido,
bajo la luna absoluta.
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Pero, entre los quesos tiernos, me dijo:
-Faltan cinco centavos.
Y esperó, con la palma abierta.
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Asimismo, su mano parecía un narciso...
.....inclinado.
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Cecilia Meireles (1901, Río de Janeiro, 1964), de Viaje y Mar absoluto. Traducción: Estela dos Santos, Retrato. Santiago Kovadloff, Turismo. Libros publicados, entre otros: Viaje, 1939. Música vaga, 1942. Mar absoluto, 1944. Retrato natural, 1949. 12 nocturnos de Holanda, 1952. Canciones, 1956.

lunes, 22 de noviembre de 2010

III. Carlos Drummond de Andrade

Confidencia del Itabirano
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Viví algunos años en Itabira.
Principalmente nací en Itabira.
Por eso soy triste, orgulloso: de hierro.
Noventa por ciento de hierro en las calles.
Ochenta por ciento de hierro en las almas.
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Las ganas de amar que me impiden el trabajo
me vienen de Itabira, de sus noches blancas, sin
.......mujeres y sin horizontes.
Y el hábito de sufrir que tanto me divierte,
es una dulce herencia itabirana.
.
De Itabira traje diversas prendas que ahora te
......ofrezco:
esta piedra de hierro, futuro acero del Brasil;
este San Benedicto del viejo santero Alfredo
......Duval;
este cuero de anta, extendido en el sofá de la
......sala de visitas;
este orgullo, esta cabeza gacha...
.
Tuve oro, tuve ganado, tuve estancias.
Hoy soy empleado público.
Itabira es apenas una foto en la pared.
¡Pero cómo duele!
.
.
Manos juntas
.
No seré el poeta de un mundo caduco.
Tampoco cantaré al mundo futuro.
Estoy aferrado a la vida y miro a mis compañeros.
Se los ve taciturnos pero nutren grandes esperanzas.
Junto a ellos considero la enorme realidad.
El presente es tan grande, no nos apartemos.
No nos apartemos mucho, vayamos tomados de la mano.
.
No seré cantor de una mujer, de una
.....historia,
no diré los suspiros al anochecer, el paisaje
.....observado desde la ventana,
no distribuiré estupefacientes o cartas de
....suicida,
no huiré a las islas ni seré raptado por
....serafines.
El tiempo es mi materia, el tiempo presente,
....los hombres presentes,
la vida presente.

Carlos Drummond de Andrade (1902, Itabira, Minas Gerais-1987, Río de Janeiro), de Sentimiento del mundo y José. Poeta. Traducción: Estela dos Santos. Libros de poesía: Alguna poesía, 1930. Sentimiento del mundo, 1940. José, 1943. La rosa del pueblo, 1945. Claro enigma, 1951. Hacendero del aire, 1954. Lección de cosas, 1962. Los buenos tiempos, 1968. Cuerpo, 1984.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Morente, la cantaora, fuego flamenco

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Estrella Morente (1981, Las Gabias, Granada). Zambra, de Mujeres. CD editados: Calles del aire, 2001. Mi cante y Un Poema, 2001. Mujeres, 2006. Zambra viene de la palabra árabe Samra, fiesta, baile, jaleo. De ahí la toman los gitanos de Andalucía.

martes, 16 de noviembre de 2010

Monzó, realista y lírico, fantástico y grotesco

En un tiempo lejano
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He aquí que una madrugada azul, de nieves blancas y arenas infinitas y glaciares como lenguas llorosas, el homínido se alzó sobre las dos patas de atrás y bajó los ojos hacia una tierra que, ahora, de golpe, le quedaba lejos y movediza, y dilató las narices y olfateó la humedad del río y se dio cuenta de que olfateaba la humedad del río, y gruñó de contento, y volvió los ojos hacia el sol rojo que nacía más allá de prados y montañas y extensiones de tierra negra y horizontes de hierba y cabalgatas de animales eternos como el tiempo, y bajó la mirada y miró con fijeza la encina y levantó el puño y alargó el dedo índice, señalando la masa vegetal que susurraba ante él, y sintió cascadas de agua en la boca, pequeños gritos inconcretos, chillidos toscos: Agr gr gr ga arg; hasta que el gruñido se convirtió en palabra y vocalizó: Ar a arb abr arbo l, y repitió: Árrbol, y el índice todavía señalaba la encina, hasta que lo dirigió a la inmensidad azul que se extendía de un lado a otro del día que nacía sobre su cabeza como un dios de dos dimensiones infinitas, y dijo: Ci c ce cie cielo, y lo repitió, abrió unos ojos como naranjas, todavía inseguro, y señaló el río y vocalizó: A a ag agu gb a agu ua, y sonrió satisfecho, con los ojos llenos de una alegría reluciente, y pisó el suelo con fuerza, toc-toc, y la señaló con el índice y vocalizó dificultosamente: Pa pso pacost païco pasio ta, y ya con más calma: Paaï sos ca atlanns, sonriente y jovial, sin saber la que acababa de armar.

Quim Monzó (1952, Barcelona), de Ochenta y seis cuentos. Traducción: Javier Cercas. Cuentista (escribe en catalán, también tiene obra en castellano). Tiene trece libros traducidos al español, entre ellos: Melocotón de manzana, 1981. Gasolina, 1984. El porqué de las cosas, 1994. Guadalajara, 1997. Ochenta y seis cuentos, antología, 2001. El tema del tema, 2003. Catorce ciudades contando Brooklyn, 2004. Mil cretinos, 2008.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Shua, tres microrrelatos

La desmemoria
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Para disimular que ya no los recuerda, evita citar nombres propios. Para disimular que no reconoce las caras, trata a todos los hombres como si fueran sus íntimos amigos. Observa constantemente a los demás imitando con un segundo de atraso sus gestos y sus acciones. Su mundo es frágil, extranjero, desolado, pero tiene, sin embargo, algunas compensaciones. Nadie más puede tomar cada noche a una mujer distinta con la que está casado (dice ella) desde hace veinte años.
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Los poderes del chamán

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Mientras el cacique toba firmaba la paz con los blancos, su mujer recibía a otro hombre. Taigoyic lo supo por los pájaros mensajeros. Como dominaba la magia de los perros, hizo que los culpables quedaran abotonados hasta su regreso. Así, al entrar a su rancho, encontró al hombre y a la mujer desesperados, medio muertos de hambre y sed, desnudos y atrapados, porque habían estado pegados por su sexo durante días enteros.
....Otros dicen que fingían.
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Mirando enfermedades

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En el diccionario de Agronomía y Veterinaria había ilustraciones y muchas fotos. Una extraña tumoración nudosa deformaba la articulación de una rama.
- ¿Esto qué es?- preguntaba yo, la niña.
- Es una enfermedad de los árboles -me decía papá.
- ¿Esto qué es? -preguntaba yo, señalando, en la foto, el sexo de un toro.
- Es una enfermedad de las vacas -me decía papá.
Era lindo mirar enfermedades con mi papá. Como sabía que me estaba mintiendo, observaba con asombro y regocijo los desmesurados genitales que crecían deformes en los árboles machos.
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Ana María Shua
(1951, Buenos Aires), de Temporada de fantasmas. Narradora. Microrrelatos: La Sueñera, 1984. Casa de geishas, 1992. Botánica del caos, 2000. Temporada de fantasmas, 2004. Cazadores de letras, antología de sus microrrelatos, 2009. Ha publicado además cuatro libros de cuentos, entre ellos, Viajando se conoce gente y Como una buena madre. Y cinco novelas, entre ellas, Los amores de Laurita y La muerte como efecto secundario.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La escritura: dos mujeres, dos visiones

Mi oficio es escribir, y lo sé bien y desde hace mucho tiempo. Espero que no se me interprete mal: no sé nada sobre el valor de lo que puedo escribir. Sé que escribir es mi oficio. Cuando me pongo a escribir, me siento extraordinariamente cómoda y me muevo en un elemento que me parece conocer extraordinariamente bien, utilizo instrumentos que me son conocidos y familiares y los siento bien firmes en mis manos. Si hago cualquier otra cosa, si estudio un idioma extranjero, si intento aprender historia, o geografía, o taquigrafía, o intento hablar en público, o hacer punto, o viajar, sufro y me pregunto continuamente cómo harán los demás estas cosas, me parece siempre que debe haber una forma mejor de hacerlas que los demás conocen y a mí me es desconocida. Y me siento sorda y ciega, y noto como una náusea dentro de mí. Por el contrario, cuando escribo, no pienso nunca que pueda haber una forma mejor de la cual se sirven otros escritores. No me importa nada lo que hagan los otros escritores. Entendámonos: yo sólo puedo escribir historias. Si intento escribir un ensayo de crítica o un artículo de encargo para un periódico, lo hago bastante mal. Lo que escribo entonces tengo que buscarlo fatigosamente fuera de mí. Puedo hacerlo algo mejor que estudiar un idioma extranjero o hablar en público, pero sólo algo mejor. Y tengo siempre la impresión de ganar al prójimo con palabras que tomo prestadas o que robo aquí y allá. Y sufro y me siento exiliada. Por el contrario, cuando escribo historias soy como alguien que está en su tierra, en calles que conoce desde la infancia, y entre muros y árboles que son suyos. Mi oficio es escribir historias, cosas inventadas o cosas que recuerdo de mi vida, pero, en cualquier caso, historias, cosas en las que no tiene nada que ver la cultura, sino sólo la memoria y la fantasía.

Natalia Ginzburg (1916, Palermo-1991, Roma). Fragmento inicial de su ensayo Mi oficio, de Las pequeñas virtudes, 1962, Einaudi. El acantilado, 2002. Traducción: Celia Filipetto
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.La soledad de la escritura es una soledad sin la que el escribir no se produce, o se fragmenta exangüe de buscar qué seguir escribiendo. Se desangra, el autor deja de reconocerlo...Alrededor de la persona que escribe libros siempre debe haber una separación de los demás. Es una soledad. Es la soledad del autor, la del escribir. Para empezar, uno se pregunta qué es ese silencio que lo rodea. Y prácticamente a cada paso que se da en una casa y a todas horas del día, bajo todas las luces, ya sean del exterior o de las lámparas encendidas durante el día. Esta soledad real del cuerpo se convierte en la, inviolable, del escribir. Nunca hablaba de eso a nadie. En aquel periodo de mi primera soledad ya había descubierto que lo que yo tenía que hacer era escribir. Raymond Queneau me lo había confirmado. El único principio de Raymond Queneau era éste: Escribe, no hagas nada más.
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Escribir: es lo único que llenaba mi vida y la hechizaba. Lo he hecho. La escritura nunca me ha abandonado.
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...Eso hace salvaje la escritura. Se acerca a un salvajismo anterior a la vida. Y siempre lo reconocemos, es el de los bosques, tan antiguo como el del tiempo. El del miedo a todo, distinto e inseparable de la vida misma. Uno se encarniza. No se puede escribir sin la fuerza del cuerpo. Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que uno mismo, hay que ser más fuerte que lo que se escribe. Es algo curioso, sí. No es sólo la escritura, lo escrito, también los gritos de las bestias de la noche, los de todos, los vuestros y los míos, los de los perros...
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...Un libro es lo desconocido, es la noche, es cerrado, eso es. El libro avanza, crece, avanza en las direcciones que creíamos haber explorado, avanza hacia su propio destino y el de su autor, anonadado por su publicación: su separación del libro soñado como el último hijo, siempre el más amado.
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Un libro abierto es también la noche.

Marguerite Duras (1914, Gia Dinh, Saigón-1996, Paris). Fragmento de Escribir. Gallimard, 1993. Editorial Tusquets, colección Andanzas, 1994. Traducción: Ana María Moix

sábado, 6 de noviembre de 2010

Antelme, sobre la opresión y el exterminio

Robert Antelme y Marguerite Duras se casan, en 1939, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. En 1943, se adhieren al Movimiento nacional de Prisioneros de Guerra, MNPDG. En julio de 1944, la Gestapo irrumpe en una reunión, en lo de la hermana de Robert, Marie-Louise, y deportan, entre otros, a ambos: Buchenwald, Gandersheim, Dachau. Marie-Louise nunca regresa. A Robert, un hombre de 90 kilos, lo encuentran, al final de la guerra, al borde de la muerte, con 35 kilos. Años más tarde, escribe un texto La especie humana. Libro dedicado a su hermana Marie-Louise. En el prólogo, dice: "...Cuento aquí lo que he vivido. El horror no es gigantesco. En Gandersheim no había ni cámara de gas ni crematorio. El horror ahí es oscuridad, falta absoluta de referencias, soledad, opresión incesante, lento aniquilamiento. El resorte de nuestra lucha no habrá sido más que la reinvidicación enloquecida, y casi siempre solitaria por sí misma, de seguir siendo, hasta el final, hombres..."

Es un texto de 300 páginas, dividido en tres partes. El fragmento elegido pertenece a la primera, titulada Gandersheim
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El pan se ha acabado, vamos a volver dentro, a hundirnos en nosotros mismos, mirando nuestras manos, a encenegarnos, mirando la estufa o el rostro de un tipo, sentados allí, a hundirnos hasta aproximarse al rostro de Marguerite, de Dionys, allá. Voy a recordar que, allá, me hablaban. Podía incluso ocurrir que se dirigiesen exclusivamente a mí. Allá, en la calle, yo era como cualquier otro. Y la desenvoltura, la amabilidad, las sonrisas...Allá, estábamos en la gloria. Íbamos de una habitación a otra de la casa, nos sentábamos, nos acostábamos, sin tener que esperar, sin interrupciones, con la facilidad de los nadadores en el agua. Seres de una naturalidad superior me llamaban, me sonreían siempre al hablarme, como si estuviéramos en el agua, como sumergidos en un delicioso elemento.
Allá, sólo consigo verme de espaldas, siempre de espaldas. La cara de Marguerite sonríe a aquel que sólo veo de espaldas. Y ella se ríe. Se ríe, pero no es así, no creo que se riese así. ¿Qué nueva risa es ésta?. Reconozco la de una hembra de la fábrica. La veo y sigue riendo. O es René el que ríe así. Ya no lo sé. Ella habla, y es falso, es la voz de cualquiera, es una voz chillona. ¿Qué voz es ésta? Podría ser la voz de un hombre. Su rostro es expresivo, ella se ríe. Una chillona. Es la risa de esa que me ha dicho Schnell, schnell, monsieur. Su voz ha muerto. Su boca se abre y se oye otra. Me olvido, me olvido cada día de algo más. Nos alejamos, vamos a la deriva. Ya no oigo nada. Su voz queda sepultada bajo las voces de los compañeros, bajo las voces alemanas. No sabía yo que ya estaba tan lejos. Lo único que me queda es poder saber. Saber que Marguerite tiene una voz, la voz que yo sé que tiene. Saber que su rostro se ilumina y que se ríe con una risa que yo sé que tiene. Saber al igual que un sordo y un ciego. Y saber que aquí soy el único que lo sabe. Puede que poco a poco también el rostro de M...desaparezca y yo seré entonces realmente como un ciego. Pero podrán volver a disfrazarme, hacer lo imposible para que apenas se me pueda distinguir de otro, siempre sabré eso hasta el final.

Robert Antelme (1917, Sartène-1990, Paris). La especie humana. La primera edición, se publica en 1947 en Cité universelle, editorial formada por Marguerite Duras, Robert Antelme y Dionys Mascolo. En 1957 se publica, por intervención de Albert Camus, en Gallimard. En el 2001, se edita en castellano, Arena Libros S.L. Traducción: Trinidad Richelet.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Os tigres do Brasil




Chico Buarque y Caetano Veloso: canción O quereres, composición de Caetano

Letra y traducción

O QUERERES
.
Onde queres revólver, sou coqueiro
E onde queres dinheiro, sou paixão
Onde queres descanso, sou desejo
E onde sou só desejo, queres não
E onde não queres nada, nada falta
E onde voas bem alto, eu sou o chão
E onde pisas o chão, minha alma salta
E ganha liberdade na amplidão
.
Onde queres família, sou maluco
E onde queres romântico, burguês
Onde queres Leblon, sou Pernambuco
E onde queres eunuco, garanhão
Onde queres o sim e o não, talvez
E onde vês, eu não vislumbro razão
Onde o queres o lobo, eu sou o irmão
E onde queres cowboy, eu sou chinês
.
Ah! Bruta flor do querer
Ah! Bruta flor, bruta flor
.
Onde queres o ato, eu sou o espírito
E onde queres ternura, eu sou tesão
Onde queres o livre, decassílabo
E onde buscas o anjo, sou mulher
Onde queres prazer, sou o que dói
E onde queres tortura, mansidão
Onde queres um lar, revolução
E onde queres bandido, sou herói
.
Eu queria querer-te amar o amor
Construir-nos dulcíssima prisão
Encontrar a mais justa adequação
Tudo métrica e rima e nunca dor
Mas a vida é real e é de viés
E vê só que cilada o amor me armou
Eu te quero (e não queres) como sou
Não te quero (e não queres) como és
.
Ah! Bruta flor do querer
Ah! Bruta flor, bruta flor
.
Onde queres comício, flipper-vídeo
E onde queres romance, rock?n roll
Onde queres a lua, eu sou o sol
E onde a pura natura, o inseticídio
Onde queres mistério, eu sou a luz
E onde queres um canto, o mundo inteiro
Onde queres quaresma, fevereiro
E onde queres coqueiro, eu sou obus
.
O quereres e o estares sempre a fim
Do que em ti é em mim tão desigual
Faz-me querer-te bem, querer-te mal
Bem a ti, mal ao quereres assim
Infinitivamente impessoal
E eu querendo querer-te sem ter fim
E, querendo-te, aprender o total
Do querer que há, e do que não há em mim
.
.

QUERERES

Donde quieres revólver, soy coqueiro*
Y donde quieres dinero, soy pasión
Donde quieres descanso, soy deseo
Y si sólo soy deseo, dices no
Y donde no quieres nada, nada falta
Donde vuelas bien alto, soy el suelo
Y donde pisas el suelo, mi alma salta
Y gana libertad en la expansión
.
Donde quieres familia, soy chiflado
Y donde quieres romántico, burgués
Donde quieres Leblon, soy Pernambuco
Y donde quieres eunuco, calentón
Donde quieres el sí y el no, tal vez
Y donde ves, yo no intuyo la razón
Donde quieres el lobo, soy hermano
Y donde quieres cowboy, soy oriental
.
Ah! Bruta Flor del querer
Ah! Bruta flor, bruta flor
.
Donde quieres un acto, soy espíritu
Y donde quieres ternura, soy volcán
Donde quieres lo libre, decasílabo
Y donde buscas el ángel, soy mujer
Donde quieres placer, soy el dolor
Y donde quieres tormento, creación
Donde quieres hogar, revolución
Y donde quieres bandido, héroe soy
.
Yo quería quererte amar amor
Constuirnos dulcísima prisión
Encontrar la más justa adecuación
Todo métrica y rima y no dolor
Mas la vida es real y es al bies
Y ve que celada el amor armó
Yo te quiero (y no quieres) como soy
No te quiero (y no quieres) como es
.
Ah!Bruta flor del querer
Ah!Bruta flor, bruta flor
.
Donde quieres comicio, flipo en flash
Y donde quieres romance, rock'n'roll
Donde quieres la luna, soy el sol
Y donde puro campo, insecticida
Donde quieres misterio, soy la luz
Y si quieres un rincón, el mundo entero
Donde quieres cuaresma, soy febrero
Y donde quieres coqueiro, soy obús
.
Quereres y estares, siempre igual
Lo que en ti es en mí tan desigual
Me hace quererte bien, quererte mal
Bien a ti, mal a los quereres así
Infinitivamente impersonal
Y queriendo quererte yo sin fin
Y, queriéndote, entender el total
Del querer que hay, y del que no hay en mí


*N.E de Brasil: cantor de coco

Traducción: Agustina R.

jueves, 28 de octubre de 2010

Ante la muerte, una esperanza


Sobre la muerte, sin exagerar
.
No sabe encajar una broma,
no sabe de estrellas, de puentes,
de tejidos, de minas, de labranza,
de construir barcos, ni de pastelería.
.
Hablamos sobre el día de mañana
y dice su última palabra
sin venir nunca al caso.
.
Ni siquiera sabe hacer
las funciones propias de su oficio:
ni cavar fosas,
ni clavar ataúdes,
ni limpiar los despojos que su paso deja.
.
Ajetreada con tanto matar,
lo hace de cualquier modo,
sin método ni destreza.
Como si se estrenara con cada uno de nosotros.
.
De acuerdo, tiene éxitos,
pero ¡cuántos fracasos,
cuántos golpes fallidos
e intentonas estériles!
.
A veces le faltan fuerzas
para fulminar a una mosca en vuelo.
Y más de una oruga la deja atrás
al arrastrarse en la carrera a más velocidad.
.
Todos esos tubérculos, vainas,
antenas, aletas y branquias,
plumajes nupciales y pelambres de invierno
demuestran serios retrasos
en su penosa labor.
.
La mala voluntad no basta,
y nuestra ayuda a base de guerras y revueltas
no le resulta por ahora suficiente.
.
En los huevos laten corazones.
Crecen los esqueletos de los recién nacidos.
Las semillas se visten con sus primeras hojas
y a veces también con árboles en el horizonte.
.
Quien afirma que es todopoderosa
es, él mismo, prueba viviente
de que, de todopoderosa, nada.
.
No existe vida
que, aun por un instante,
no sea inmortal.
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La muerte
siempre llega con ese instante de retraso.
En vano golpea con la aldaba
en la puerta invisible.
Lo ya vivido
no se lo puede llevar.
.
Wislawa Szymborska, de su antología Paisaje con grano de arena, Lumen, 2005. Poeta polaca. Traducción: Ana María Moix y Jerzy Wojciech Slawomirski.

lunes, 25 de octubre de 2010

Diana Bellessi en Casa de América





Lectura de poemas Tener lo que se tiene







Ciclo La Estafeta del viento
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La cita: Casa de América
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Martes 26 de octubre. 19.30 hs.
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Presenta: Benjamín Prado
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Entrada libre

Bellessi: mútiples voces, ritmos y máscaras

Muestra el hueco, la cuenca vacía donde ahora
reposa en dorada esmeralda....
el iris impreso del globo, la mirada
Muestra la mandíbula
una carcajada fósil, lejos del tumulto
risible de la vida que la desata
Muestra su quietud
a la otra mitad en movimiento: el embate
vivo de la cara. Intenta anticipar
aquello que siempre golpea por sorpresa
Se demora. Se le hace que hablará
a su otra mitad la calavera
Busca restituir
la nacarada fruta de la carne en su media cara
Recuerda un bolero un mapa de
tropical islands. Calavera no llora ni mama
Reclama una ilusión: la fiera o el pasto de las
fieras. Una retórica salvaje exige
enemigos a la vista, higos manando
la dulzura de su leche en medio del verano
El ideal rotundo de la muerte, transformación
cambio -ácaros, hongos y babosas modificando
los canteros desordenados- o una imagen que niega
en su belleza inmodificada
la existencia del jardín. Borrar
la muerte o actuarla no es nunca su anticipo:
aquél, video clip sin sentido
de la ofensa. Pequeña y patética
muestra
el hueco, la cuenca vacía donde ahora el iris resalta
la belleza siempre condenada y que siempre
otra forma delata

Diana Bellessi (1946, Zavalla, Santa Fe, Argentina). de su libro El jardín. Poeta. Libros publicados: Destino y propagaciones, 1970. Crucero editorial, 1981. Tributo del mudo, 1982. Contéstame, baila mi danza(selección y traducción de poetas norteamericanas contemporáneas, 1984, reeditado en 1995, con el título Diez poetas norteamericanas). Danzante de doble máscara, 1985. Eroica, 1988. Buena travesía, buena ventura Uli, 1991. El jardín, 1993. Colibrí, ¡lanza relámpagos! poemas escogidos, 1996. The twins, the dream (libro a dos voces con Ursula K. Le Guin, 1996, reeditado como Gemelas del sueño), 1998. Sur, 1998. Leyenda, poemas escogidos, 2002. Antología poética, 2002. Mate cocido, 2002. Desnuda y aguda la dulzura de la vida (selección y traducción de la obra de Sophia de Mello Breyner Andersen), 2002. La edad dorada, 2003. La rebelión del instante, 2005. Lo propio y lo ajeno, libro de reflexiones, 2006. La penumbra que mira el oro, poemas escogidos, 2007. La voz en bandolera, antología, 2007. Tener lo que se tiene, poesía reunida, 2009.

viernes, 22 de octubre de 2010

Goya, la creación y su libertad

























Un siglo antes ¿algún parentesco con los surrealistas?

Francisco de Goya (1746-1828). El toro mariposa. Dibujante. Grabador. Pintor. Pertenece a la serie de dibujos que realiza durante su exilio, en Burdeos, 1825-1828. Imagen tomada del periódico El País, 2006.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Unos poemas de Tomas Tranströmer

Visión de la memoria
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Una mañana de junio, demasiado temprano
para despertar, pero tarde para volver a dormirse.
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Tengo que salir al verdor que está lleno
de recuerdos, y ellos me siguen con la mirada.
.
No se ven, se funden totalmente
con el fondo, camaleones perfectos.
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Estoy a un paso de oírlos respirar
pero el canto del pájaro ensordece.
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.
.
Garabatos de fuego

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En los meses sombríos centelleaba mi vida
............solo cuando hacía el amor contigo.
Como el cocuyo se enciende y se apaga, se enciende y se apaga
...............-uno puede seguir de a ratos su trayecto
en la oscuridad de la noche, entre los olivos.
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En los meses sombríos el alma estuvo hundida
...........y sin vida
pero el cuerpo iba derecho a ti.
Mugía el cielo nocturno.
Nosotros ordeñábamos a escondidas el cosmos y sobrevivíamos.
.
.
.
Alcaico
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Un bosque de mayo. Toda mi vida trasguea aquí:
........la invisible mudanza. Un canto de pájaro.
...........En silenciosos charcos, signos de preguntas
.................furiosos danzan: larvas de mosquitos.
.
Huyo hacia los mismos lugares y palabras.
..........Brisa fría del mar, lame el dragón de hielo
...................mi nuca duerme mientras el sol quema.
.......................Con llamas tibias arden los enseres.

Tomas Tranströmer (1931, Estocolmo). Poeta. Poemas de su antología El cielo a medio hacer, Nórdica Libros, 2010. Traducción y selección de Roberto Mascaró. En ella se encuentran 12 libros del poeta (desde 17 poemas, 1954, hasta Visión de la memoria, 1996). En 1992, Hiperión publicó la primera antología de Tranströmer al castellano, Para vivos y muertos, traducción Roberto Mascaró y Francisco Uriz. El poeta padeció una hemiplejía en 1990, desde entonces, no puede hablar pero sí escribir.

domingo, 17 de octubre de 2010

Del controvertido Ted Hughes

Dedos
.
¿Quién se acordará de tus dedos?
¿De su alada vida? Volaron
en la luz de tu mirada.
Al piano, machacando éxitos de los cuarenta,
realizaron un incidental número cómico,
de su propia cosecha, marionetas con humor de payaso listo.
Tu única preocupación era que llegasen a las teclas.
Pero mientras hablabas, mientras tus ojos mostraban
los estorbos de tu exuberancia,
flamearon e hicieron ellos acrobacias de ballet.
Pensé en pájaros del trópico en algún acto
de despliegue sexual, brincando o dando volteretas,
haciendo rarezas en el aire y cayendo al polvo.
¡Aquellos bailarines de tu exceso!
Con toques tan ágiles, prácticos -tan precisos.
Pensando sus propios pensamientos igual que relámpagos
acariciaron el carmín de las comisuras de tu boca.
..
Esbeltos conductores de tu pericia,
refocilándose en tu máquina de escribir,
poseídos de un espíritu infantil, como duendecillos,
que, hicieran lo que hiciesen, lo bailaban o volvían mimo
en la ingrávida generosidad de lo expresivo.
.
Me acuerdo de tus dedos. Y los dedos de tu hija
recuerdan tus dedos
en todo cuanto hacen.
Sus dedos obedecen y honran a tus dedos,
Lares y Penates de nuestra casa.

Ted Hughes (1930, Yorkshire, Londres -1998, Londres). De su libro Cartas de cumpleaños, Lumen, 1999. Traducción: Luis Antonio de Villena. Otros títulos traducidos al castellano: El azor en el páramo, antología, Bartleby, 2010. Traducción Xoán Abeleira. Gaudete, Lumen, 2010. Traducción: Juan Elías Tovar.